
Campeonato de España de Piragüismo: Una jornada histórica a orillas del Ebro
XXIII LIGA DE RÍOS Y TRAVESÍAS · XVII LIGA NACIONAL MÁSTER
El pasado 20 de septiembre de 2025, el Centro Natación Helios vivió una jornada para el recuerdo con la celebración del Campeonato de España de Piragüismo en la modalidad de Travesías. Este importante evento deportivo, organizado en colaboración con la Real Federación Española de Piragüismo, tuvo lugar en un escenario inmejorable: nuestro río Ebro.
Hasta Zaragoza llegaron cerca de 500 piragüistas procedentes de 43 clubes de toda España, configurando una verdadera fiesta del deporte. Durante toda la jornada, el Ebro se convirtió en un espacio donde piragüistas de todas las edades y categorías ofrecieron un espectáculo vibrante, seguido de cerca por cientos de zaragozanos y visitantes que no quisieron perderse este acontecimiento.
Las pruebas, además de su relevancia deportiva, tuvieron un valor especial para el Centro Natación Helios. Este campeonato se enmarca dentro de las actividades conmemorativas de nuestro Centenario, un año especialmente emotivo para toda la familia heliófila, en el que estamos celebrando cien años de historia, de deporte, de comunidad y de compromiso con la ciudad de Zaragoza.
El ambiente que se vivió fue inmejorable. Las orillas del Ebro se llenaron de vida: deportistas, entrenadores, voluntarios, familias y curiosos que compartieron espacio y entusiasmo en una jornada que combinó lo competitivo con lo festivo. No fue solo un importante campeonato, sino una manifestación de los valores que promovemos desde Helios: el esfuerzo colectivo, el respeto, la superación personal y la conexión con nuestro entorno.
El Centro Natación Helios ganó dos medallas: la primera de ellas fue para Inés Roche en la categorías de K1 mujer senior, y la segunda para Javier Cortés en K1 veteranos 35-39 años.
Desde el Club queremos agradecer a todas las personas e instituciones que hicieron posible este campeonato: a los clubes participantes, a los técnicos, a los equipos de organización y seguridad, a los voluntarios y, por supuesto, al público que se acercó a animar. Sin todos ellos, este evento no habría sido posible.
Y todo, desde el corazón de Zaragoza, con el Ebro como aliado y testigo.
